En efecto nunca fue secreto para nadie, porque no se pueden ocultar manejos irregulares en  las mansiones, las estancias y los autos, tampoco en las repentinas “ropas caras, Balenciaga, Gucci, Prada”, (como el tema de Camilo).

Pero suena diferente cuando estas afirmaciones salen de un Senador, que a propósito ya está desde hace varios periodos, entiéndase, en más de un Gobierno y que a pesar de saber y conocer inclusive el modus operandi, nunca se haya debatido o planteado una intervención real.

Las declaraciones del legislador se deben al actual enfrentamiento y cruce de acusaciones por tráfico de influencias entre el Director General de Aduanas y el Senador Martín Arévalo, donde cada uno señala al otro y ambos dicen tener la manera de sostener sus acusaciones.

Es el típico caso de los amigos que comparten secretos hasta que se pelean y todo lo confidenciado toma estado público, el clásico “si decís lo que sabés, yo cuento lo que sé” y es exacto lo que está sucediendo ahora.

Volviendo a Monges; dijo también a los medios “La corrupción en la aduana sigue vigente, ellos ponen un tope, alcanzan y  hacen lo que quieren, ya el  festín sigue, los vasos capilares hoy en la aduana  están resecados,  sin embargo la aorta principal siempre se alimenta y los maletines siguen existiendo”

En pocas palabras y hasta con recursos angiológicos describió cómo funciona el sistema en Aduanas y es algo que siempre supimos,  con la diferencia que no está en nuestras manos intervenir y menos solucionar el evidente mal manejo de los que deberían ser recursos del Estado,  para salud, educación, vivienda y todo aquello que carecemos.

Ahora está en manos de la Fiscalía General del Estado, que supongo podría pedir aclaración de cada una de sus expresiones en el marco de la investigación que se inicia con las denuncias presentadas.

"Radio Imperio 103.1 FM, informando con veracidad"