Por ser lo más fácil y por ende lo más sensible, los candidatos a la Intendencia y a la Junta Municipal, presentarán sus propuestas convertidas en promesas, algunas falsas o otra tal vez verdaderas, relacionadas a trabajo, salud y educación etc., como si la solución estuviera en sus manos, tanto del Intendente como de la Junta Municipal, ya que es bien sabido que en un país descentralizado como el nuestro, la salud y la educación dependen en gran medida del Gobierno central y la creación de fuentes de trabajo depende de inversores y empresarios.
Lo que si sería importante escuchar de parte de los candidatos, son plataformas de trabajo en función a lo que les corresponde como autoridades municipales, es decir, administrar con honestidad los bienes de la comunidad, promulgar ordenanzas que redunden en beneficio de la población, como por ejemplo, hacer a través de las mismas que la ciudad sea vista como un terreno fértil para inversionistas, ir mejorando cada vez más el aspecto de la ciudad, apoyar en la medida que corresponda, a instituciones deportivas, educativas, de salud y de servicios sociales, trabajar en forma conjunta con los órganos de seguridad ciudadana, arbitrar los medios para que cada ciudadano que no lo posea, pueda tener un techo propio, entre otras actividades propias de autoridades municipales.
Nos aguarda, como hemos mencionado, un mes cargado de promesas que ojalá no sean las mismas que venimos escuchando desde que se instaló la era democrática en nuestro país en el año 1991, esas que sin un sustento o argumentos valederos y fiables, nos hablan por ejemplo de, trabajo, educación, salud, tierra, justicia social etc., y ojalá , antes que promesas, sean plataformas de trabajo que puedan ser creíbles, que permita al elector decir, “sí, esto es factible, se puede hacer”.
A partir de ahora y hasta que asuman las nuevas autoridades electas, solo nos resta esperar para ver, que si todo lo que digan durante los 30 días siguientes, no sean, como todas las veces, simples promesas electorales hechas a la medida de lo que desean leer y escuchar los electores, con la única finalidad de ganar votos, para después de logrado el objetivo aplicar la ley política de “si te he visto, no me acuerdo”.
A no olvidar un refrán que dice, “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, o sea que, esas buenas intenciones no deben quedar solo en eso, en buenas intenciones, sino que se debe convertirlas en realidad para que no formen parte del empedrado del camino que conduce al infierno, en pocas palabras, cumplir a rajatabla en juramento que hacen al asumir y no dejar que “Dios, la patria y el pueblo los demanden”.
“Redacción Radio Imperio 103.1 FM”
